El pasado 7 de abril se presentó un supuesto ataque químico en Siria en la ciudad de Duma (Guta Oriental), versiones de ONG´s occidentales culparon al gobierno de Bashar al-Ásad de ser el responsable.
El pasado 14 de abril, Estados Unidos, El Reino Unido y Francia realizaron un bombardeo en Siria a pesar de no contar con el apoyo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y sin las pruebas oficiales de un organismo imparcial e internacional, que demuestre la culpabilidad del gobierno Sirio.
Apenas hoy 17 de abril llegan los miembros de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) a Siria para investigar el ataque químico en Duma.
Esta acción militar occidental se suma a otras realizadas con anterioridad a países como Irak y Libia donde se aseguró en su momento, que estos países representaban una amenaza para la paz mundial. Lo cierto es que tiempo después de estas intervenciones se comprobó que tales afirmaciones estaban lejos de la realidad.
Los movimientos militares realizados por estas potencias encabezadas por Estados Unidos, demuestra un claro interés en debilitar y someter militar y políticamente a los países que históricamente han sido enemigos de Israel.
Y es que los intereses de Israel en esta zona del medio oriente se notan cada vez más, pues su plan de poseer y controlar totalmente Jerusalén para la reconstrucción del Templo de Salomón es primordial, sobre todo para este año 2018 cuando su estado cumple 70 años de haber sido conformado, que además, son los años determinados proféticamente para que esto ocurra (Las 70 semanas del profeta Daniel) ver video
El plan profético (Jeremías 29:10) parece repetirse claramente pues, a los 70 años del exilio en Babilonia (del 606 – 536 ac.), el Rey Ciro II el Grande, fundador del imperio Persa les permitió a los judíos volver a Israel y reconstruir su templo. Hoy este patrón se duplica, siendo Donald Trump presidente del actual imperio dominante, el impulsor del plan sionista.
Tal es la motivación profética de Israel y sus aliados en hacer la guerra, que la profecía de Isaías 17:1 nos lo advierte: “He aquí, Damasco dejará de ser ciudad y vendrá a ser un montón de ruinas» y esto está ocurriendo, no solo por el bombardeo del sábado 14 de abril, sino por la cruenta guerra civil que se vive en Siria desde 2011 que ha dejado más de 500.000 muertes, ocasionadas en gran parte por la intervención extranjera que ha encendido las divisiones internas y ha armado a grupos de rebeldes terroristas.
Pero paralelo a todo este desastre, cabe recordar que dentro de la tradición Judía se espera una señal que deberá cumplir su esperado mesías: “Hacer guerra contra los enemigos de Israel y vencerlos”. Por lo tanto, de los países tradicionalmente aliados y defensores de Israel, seguramente saldrá un Líder que al vencer, cumpla con la esperada condición.
Pero la situación de Israel no será siempre la misma, pues la profecía de Isaías dice y puntualiza que cuando Siria sea destruida, también el pueblo de Israel se quedará sin fuerzas y perderá todas sus riquezas.
Amig@s de Descubriendo, sigue el rompecabezas de los acontecimientos proféticos completándose día a día, cada vez aparecen nuevas fichas que se colocan con exactitud en el lugar correspondiente, mostrándoles a los apercibidos, señales determinantes que les impulsen a desarrollar el designio que como compromiso interior cada uno trae, para que llegue así, la tan anhelada esperanza.
Neil Barrios Ariza.
Descubriendo.