La sociedad moderna se caracteriza por fomentar y respetar la diversidad de ideas, conceptos, creencias y posturas. Sin duda es un valor prioritario y esencial, pues en esta variedad se expresan los diferentes talentos que cada Ser humano posee, permitiéndonos interactuar y aprender los unos de los otros.

Para el desarrollo del conocimiento humano,  ha sido clave el compartir, pues lo adelantado o descubierto por uno, es tomado por otro que lo profundiza o le da una nueva dimensión. Así han surgido las grandes ideas y saberes.

Pero lamentablemente hoy el conocimiento se encuentra “sectorizado”, es decir; quien habla del cuerpo humano es médico, el que habla de Jesús es religioso, quien habla de leyes de la física o química es científico, quien se ocupa de lo social es político, el que habla de la vida en otros planetas es ufólogo, quien habla de la reencarnación es de la India, quien habla de un nuevo día es de la nueva era… etc.

El saber humano se disgregó, de la forma en que alguien toma un rompecabezas, divide y aleja sus partes para que nadie  pueda volverlo a compactar.

Uno de los efectos, es que vivimos en una sociedad sumamente polarizada, situación que se percibe hasta en las redes sociales; pues quien opine en contra de un candidato es porque apoya a otro, quien se exprese en contra de la acción imperialista de una nación necesariamente es comunista, quien cuestione las “verdades” de las iglesias es ateo, quien niegue el holocausto es antisemita, quien hable de Bolívar es guerrillero o chavista…etc.

Como descaradamente también lo declaro George Bush después del atentado a los torres gemelas en 2001: “Si no están con nosotros están con los terroristas”.

Descubrimos que el “divide y vencerás”, será siempre un arma poderosa de los poderes dominantes para disgregar la fuerza en cohesión de la humanidad, pues un pueblo dividido es fácilmente controlado por aquellos líderes de la política, las religiones, la economía y el militarismo

Cada vez más estamos alejados el uno del otro por ideas y conceptos que no son nuestros, sino de personajes que incluso algunos ya están muertos. Estamos adoctrinados sin darnos cuenta para enfrentarnos, mientras los proponentes de las ideas que nos dividen, irónicamente comparten mesa en sus lugares secretos.

Nuestro gran reto es contener el saber, rescatarlo de las instituciones y poderes que lo raptaron, unirlo como las  piezas de aquel rompecabezas para no dejarlo fracturar más, pues el saber fusionado y sin los viejos paradigmas establecidos, nos entregará la bella respuesta de lo que realmente somos como humanidad.

Y por supuesto, de esta maravillosa acción saldrán las nuevas ideas y conocimientos de aquellos que programarán un nuevo y mejor futuro.

Neil Barrios Ariza.

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